Según detalló la cartera del Interior en un comunicado, las autoridades sanitarias del país han evaluado que, con la situación epidemiológica actual, "no existen motivos sanitarios para las restricciones".
Así pues, los turistas extranjeros ya no estarán obligados a presentar certificado de vacunación o prueba negativa de COVID-19, con lo que los controles fronterizos vuelven al punto previo a la pandemia.
Con esta medida, el Gobierno finlandés espera que aumente el flujo de turistas internacionales, especialmente en la frontera oriental con Rusia debido "al deseo de viajar de los rusos y al número de visados válidos".
Finalmente, el Ministerio del Interior dijo que la Guardia Fronteriza continuará monitoreando "los fenómenos relacionados con la seguridad fronteriza junto con socios nacionales e internacionales".
Las autoridades sanitarias de Finlandia han confirmado más de 1,1 millones de contagios de coronavirus desde el inicio de la pandemia, a la par que han lamentado más de 4.770 decesos a cuenta del virus. (Europa Press)
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